lunes, 21 de abril de 2008

Ayer tuve un sueño



Mujer sola



La boca perdió su rojo, su carmín, su colorado,


tiesa y deseosa, paciente y ansiosa,


musa inspiradora del incipiente


que ve en ella, extasiosa fuente


cuan más sola, más hermosa


razón de cualquier pecado.



Y qué desperdicio ese cuerpo abandonado


y esa curva llama al observador silenciosa


de tan exquisita, sugerente


pero el cuerpo+alma solitario calor no siente,


para que la perfección huérfana mimosa,


niña inocente atada al pasado.



Miserables los ojos sin dueño enamorado,


mirada vacía, realidad desastrosa,


faros en la oscuridad omnipresente,


victimas del amor ausente


sólo la lágrima es valiosa,


compañera del corazón varado.



Bárbara Rant