miércoles, 3 de diciembre de 2008

Amor soñado


Sueños de almohada

Apareciste, un día, de la nada, y como de la nada te aprendí amar.
Nos fuimos envolviendo en una maraña, de sentimientos. Casualidad, bella casualidad. El amor llegó, y con ello, el deseo, sueño, con tenerte conmigo.
Te he dicho que mi cama está vacía, esa cama que ocupas noche a noche espiritualmente. Y haces que sucedan tan maravillosas experiencias en mí.
Cuando cierro mis ojos, abrazo mi almohada, te veo venir hacia mí, parado al pie de mi cama, me levanto, te tomo en mis brazos, acaricio cada parte de tu cuerpo, mis labios son como olas que arrasan tu cuerpo violentamente, pasando por las profundidades y las elevaciones naturales en ti.
Tus manos se deslizan por mi cuerpo, vibrando me entrego a ti, nuestro fluidos salen naturalmente, me siento humedecida de amor, de emoción, tu con tu virilidad penetras en esas aguas, sumergido totalmente, profundamente, acompasadamente, como la melodía mas bella a los oídos.
Así, con suavidad, una y otra vez, me gusta sentirte, pero mas me gusta estar yo poseyéndote, subo a tu montaña, me poso en ella, esta majestuosa, siento su poder, me abalanzo siento su totalidad, dentro de mí, me poso, me levanto, me vuelvo a posar y así pasan los minutos.
Siento tu roce en mí, como un viento fuerte que hace vibrar lo más profundo de mi ser, siento como mi cuerpo va entregándose, va cayendo como en un abismo profundo de éxtasis.
Vibra mi cuerpo, mi cerebro no resiste las descargas de tanto placer, me embarco en este viaje profundo, me dejo llevar, cual barco en alta mar por una tormenta, sin poner resistencia, sin rumbo, solo el placer que me das tú acompañándome en este viaje.
Los dos a la vez, entregándonos en la intimidad de nuestras vidas, de nuestras almas, de nuestro existir.

Silvana







Guatemala

domingo, 16 de noviembre de 2008

La pequeña de mi sueño


A UNA NIÑA

Niña gentil que a la vida
despertaste alegre ayer,
como en Oriente despierta
la luz al amanecer.

Niña, que del oro cielo
viniste al mundo a caer,
como aljofarada gota
del nítido rosicler.

Y en inmaculada cuna
te remeciste después,
como ilusión que se mece
del sueño al dulce vaivén.

Niña de cabellos de oro
y de labios de clavel
Son de rosa tus mejillas
es de raso tu alba tez.

Es tu sonrisa inconsciente,
de ángel tu mirada es,
y como brilla una estrella
brilla el candor en tu sien.

Dichosa tú que del mundo
pasando vas el dintel,
sin sospechar que las flores
espinas tienen también.

En mi canto, bella niña,
le ruego al Dios de Israel,
que la virtud de tus años
tierno, en otros te dé.

Para que ese mundo, nunca,
con su lodo y fetidez,
ensucie de tu pureza
el blanquísimo glasé;

Qué siempre tú, mariposa
en primoroso vergel
hueles y en las flores halles
ánforas ricas de miel;

Que dé calor a tus alas
el santo sol de la fe,
y que jamás una espina
tus alas llegue a romper.

Antonio Plaza

domingo, 5 de octubre de 2008

Sueño de mis entrañas


APEGADO A MÍ

Velloncito de mi carne,
que en mi entraña yo tejí,
velloncito friolento,
¡duérmete apegado a mí!

La perdiz duerme en el trébol
escuchándole latir:
no te turben mis alientos,
¡duérmete apegado a mí!

Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir,
no te sueltes de mi pecho:
¡duérmete apegado a mí!

Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo de dormir.

No resbales de mi brazo:
¡duérmete apegado a mí!

Gabriela Mistral

martes, 26 de agosto de 2008

Sueño perturbador



UNA OBSESIÓN PUNZANTE

Una obsesión punzante, fresca y llena de sentimentalismo
de la adolescencia; el anhelo imposible que vuelva lo que no
ha de volver ya; todo en los paisajes del amor primero, del cariño
noble, sin otra pena que la inventada, sin más dolor que el que
hace brotar las primeras lágrimas, que brotan porque sí, porque tienen que brotar; un dolor que es como el preludio confuso del
dolor de la vida… ¡El corazón en la mano, abierto y llorando
por heridas! Qué se yo… No sé…


Juan Ramón Jiménez

sábado, 2 de agosto de 2008

En sueños se desvanece



ECLIPSE

Se han posado sobre mi rostro
alas azules: tus dedos
Salvaje,
Libre: tu cuello
Caracolas de mar: tus orejas
Dulces provocaciones: tus besos
No desciendas!
Colinas te esperan.
En el centro de la tierra
la mitad de mi ser
Más,
abajo
mares intrépidos
amenazan con ahogar
tu vuelo nocturno.
El tiempo ha detenido en la rosa roja
el íntimo perfume del encuentro
Que aún no te sorprenda la aurora
pues la noche se ha encargado de guardar
el secreto de un ECLIPSE...


Elizabeth Aristizabal

sábado, 26 de julio de 2008

La flor de tus sueños



LAS ROSAS PALPITABAN ENCIMA DE TUS SENOS

Las rosas palpitaban encima de tus senos
duros. Como una flora de las blancas batistas
que tus brazos rosaban cálidamente llenos,
los encajes tentaban con carnes entrevistas

¡Qué cándida lujuria en tus bucles con lazos
rojos! ¡Oh, tus mejillas, mates como jazmines,
bajo la llama negra de los hondos ojazos
sobre la pasión cálida de las rosas carmines!

Ibas hacia la vida con todo tu tesoro
intacto… Me mandaste tus pájaros de amores…
¡y te besé, temblando, tu alegría de oro
con un miedo doliente de poner tristes tus flores!


Juan Ramón Jiménez

domingo, 20 de julio de 2008

Sueños de colores



Seis cristales

En un juego de luces y sombras
Se acerca la noche
Encerrados en seis cristales
Entregando nuestro ser…
Cuerpos sudados, nervios de punta
Labios secas, manos perdidas
Pauta, cambio, cuerpo a cuerpo.
Lengua en busca del botón sagrado
Lamido, mordido, satisfecho.
Escalando rumbo a los volcanes en erupción
Jugándolos, saciándolos,
En busca de lo más bello.
Encontrado, clímax total
Gritos, gemidos, mordidas
Cristales húmedos, olor a placer
Cuerpos agitados, cansados.
Mente en blanco, paciente, silencio total
Choque de labios, lengua a lengua
Saliva de amor fluyendo.
Momento
¿Sombras? ¡Luces!
Luces mañaneras, cristales claros
Se entregaron nuestros seres.
¿Sorpresa? ¡No! alegría
Amor puro entregado
Dentro de seis cristales.

Pablo Osorio
Guatemala

miércoles, 9 de julio de 2008

La flor de tus sueños



Soneto a la rosa

En el aire quedó la rosa escrita.
La escribió, a tenue pulso, la mañana.
Y, puesta su mejilla en la ventana
de la luz, a lo azul cumple la cita.

Casi perfecta y sin razón medita
ensimismada en su hermosura vana;
no la toca el olvido, no la afana
con su pena de amor la margarita.

A la luna no más tiende los brazos
de aroma y anda con secretos pasos
de aroma, nada más, hacia su estrella.

Existe, inaccesible a quien la cante,
de todas sus espinas ignorante,
mientras el ruiseñor muere por ella.

Eduardo Carranza

lunes, 7 de julio de 2008

Un sueño de anhelos



Sencillos deseos

Hoy quisiera tus dedos escribiéndome historias en el pelo
y quisiera besos en la espalda
acurrucos
que me dijeras las mas grandes verdades
o las mas grandes mentiras
que me dijeras por ejemplo
que soy la mujer mas linda del mundo
que me querés mucho
cosas así
tan sencillas
tan repetidas,
que me delinearas el rostro
y me quedaras viendo a los ojos
como si tu vida entera dependiera de que los míos sonrieran
alborotando todas las gaviotas en la espuma.
Cosas quiero como que andes mi cuerpo
camino arbolado y oloroso,
que seas la primera lluvia del invierno
dejándote caer despacio
y luego en aguacero.
Cosas quiero como una gran ola de ternura
deshaciéndome
un ruido de caracol
un cardumen de peces en la boca
algo de eso
frágil y desnudo
como una flor a punto de entregarse a la primera luz de la mañana
o simplemente una semilla, un árbol
un poco de hierba
una caricia que me haga olvidar
el paso del tiempo
la guerra
los peligros de la muerte.


Gioconda Belli

domingo, 29 de junio de 2008

Sueño ondulante


Mascarón de proa

Quiero ser el mascarón de proa
de tu vida.
La que va delante tuyo
ahuyentando los miedos.
La que no sirve para nada.
Ni timón,
ni vela,
ni viento,
ni ancla.
La que se quiere porque sí.
La inútil que se abraza a tu madera
aún en tiempos de tormenta.


Gisela Galimi

jueves, 26 de junio de 2008

Hasta en sueños te quiero y de deseo


Canción lejana

Y yo también como la tarde
toda me tornaré dichosa
para quererte y esperarte.
Iluminada de tus ojos
vendrá la luna,
vendrá la luna por el aire.

Tú me querrás inmensamente.
Mi corazón será infinito
para la angustia de tu frente.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente.

Después será la enamorada sonrisa,
el beso, la memoria llena de ti, maravillada.
Y el gozo azul de estar contigo
fuera del tiempo, sin palabras.

De golondrina en golondrina
nos llegará la primavera
de la mirada pensativa.

Y un mismo cauce de dulzura
tendrán las rosas y los días.
Yo te daré los sueños míos:
amor, dolor, sencillamente.


Meira Delmar

miércoles, 25 de junio de 2008

Soñando en penumbra



Hay un instante...

Hay un instante del crepúsculo
en que las cosas brillan más,
fugaz momento palpitante
de una morosa intensidad.

Se aterciopelan los ramajes,
pulen las torres su perfil,
burila un ave su silueta
sobre el plafondo de zafir.

Muda la tarde, se concentra
para el olvido de la luz,
y la penetra un don süave
de melancólica quietud,

como si el orbe recogiese
todo su bien y su beldad,
toda su fe, toda su gracia
contra la sombra que vendrá...

Mi ser florece en esa hora
de misterioso florecer;
llevo un crepúsculo en el alma,
de ensoñadora placidez;

en él revientan los renuevos
de la ilusión primaveral,
y en él me embriago con aromas
de algún jardín que hay ¡más allá!...

Guillermo Valencia

domingo, 22 de junio de 2008

Soñando entre interrogaciones



A veces quiero preguntarte...

A veces quiero preguntarte cosas,
y me intimidas tú con la mirada,
y retorno al silencio contagiada
del tímido perfume de tus rosas.

A veces quise no soñar contigo,
y cuanto más quería más soñaba,
por tus versos que yo saboreaba,
tú el rico de poemas, yo el mendigo.

Pero yo no adivino lo que invento,
y nunca inventaré lo que adivino
del nombre esclavo de mi pensamiento.

Adivino que no soy tu contento,
que a veces me recuerdas, imagino,
y al írtelo a decir mi voz no siento.


Gloria Fuertes

sábado, 21 de junio de 2008

¡ Hasta soñando me atraes !



POEMA 15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


Pablo Neruda

jueves, 19 de junio de 2008

Vamos juntos hasta en sueños



A LA QUE VA CONMIGO

Iremos por la vida como dos pajarillos
que van en pos de rubias espigas, y hablaremos
de sutiles encantos y de goces supremos
con ingenuas palabras y diálogos sencillos.

Cambiaremos sonrisas con la hermana violeta
que atisba tras la verde y oscura celosía,
y aplaudiremos ambos la célica armonía
del amigo sinsonte que es músico y poeta.

Daremos a las nubes que circundan los flancos
de las altas montañas nuestro saludo atento,
y veremos cuál corren al impulso del viento
como un tropel medroso de corderillos blancos.

Oiremos cómo el bosque se puebla de rumores,
de misteriosos cantos y de voces extrañas;
y veremos cuál tejen las pacientes arañas
sus telas impalpables con los siete colores.

Iremos por la vida confundidos en ella,
sin nada que conturbe la silenciosa calma,
y el alma de las cosas será nuestra propia alma,
y nuestro propio salmo el salmo de la estrella.

Y un día, cuando el ojo penetrante e inquieto
sepa mirar muy hondo, y el anhelante oído
sepa escuchar las voces de los desconocidos,
se abrirá a nuestras almas el profundo secreto.

Enrique González Martínez

miércoles, 11 de junio de 2008

Soñando horas, días, semanas, meses, años...



CALENDARIO

Entre gritos y suspiros aprehendí tu alfabeto.
Hiedra en el muro
me sustento.
Construí secretos pasadizos hacia ti.
A mi acantilada soledad le diste aliento,
pasión a mis indescifrables instintos,
dicha a mis trozos de invierno.
Fui presente que tu boca delineó en el paraíso,
en el pasado tu cuerpo agua fue en mi cuerpo,
de tristezas compartidas construimos un futuro.
Hoy emergen los murmullos...
calendario de recuerdos.

Lina Zeron

domingo, 8 de junio de 2008

Mis sentidos sueñan



Hazme sentir

Ven no tengas miedo
hurga en mi cuerpo, hazme tuya
sacia en mi, tu sed de amar,
sube despacio y moja mis orillas
que latentes van hasta tu boca
siente el temblor de mis entrañas
que piden a gritos me vuelvas loca.
No te detengas, baja despacio
sigue fundido entre mis abrazos
ahora liba mi aroma de mujer
hazme estallar de placer
hazme gritar como nunca
déjame ahogarme en tu ser.


Raquel M
Venezuela
(En la página: http://www.tubreveespacio.com/poemas-eroticos.htm)

viernes, 6 de junio de 2008

Tu fragancia en mi sueño



ESTE PERFUME

Este perfume intenso de tu carne,
no es nada más
que el mundo que desplazan y mueven
los globos azules de tus ojos,
y la tierra y los ríos azules de las venas
que aprisionan tus brazos.
Hay todas las redondas naranjas
en tu beso de angustia,
sacrificado al borde de un huerto en que la vida
se suspendió por todos los siglos de la mía.

¡Qué remoto era el aire infinito
que llenó nuestros pechos!
Te arranqué de la tierra
por las raíces ebrias de tus manos
y te he bebido todo, !oh fruto perfecto y delicioso!
Ya siempre cuando el sol palpe mi carne,
he de sentir el rudo contacto de la tuya
nacida de la frescura de una alba inesperada,
nutrida en la caricia
de tus ríos claros y puros como tu abrazo,
vuelta dulce en el viento que en las tardes
viene de las montañas a tu aliento,
madurada en el sol de tus dieciocho años,
cálida para mí que la esperaba.

Salvador Novo

martes, 3 de junio de 2008

Soñando en la madrugada



Una noche

En una noche de tormenta fui tuya,
En una noche de tormenta sacudiste mi vida,
Como un rayo implacable traspasaste mis defensas,
Tal como un relámpago en la noche,
Iluminaste mi cuerpo con tus caricias,
Besos y explosiones de deseo.
En una noche de tormenta experimenté la magia
De perderme en tu cuerpo,
Y la excitación de una fusión total;
Llegando entre besos y caricias, al clímax enervante del deseo.


Miriam Ester Barrios Escobar
Guatemala
(En la página: http://www.tubreveespacio.com/poemas-eroticos.htm)

lunes, 2 de junio de 2008

Sueña que llora



UNA LÁGRIMA

Yo, mujer, te adoré con el delirio
con que adoran los ángeles a Dios;
eras, mujer, el pudoroso lirio
que en los jardines del Edén brotó.

Eras la estrella que radió en Oriente,
argentando mi cielo con su luz;
eras divina cual de Dios la frente;
eras la virgen de mis sueños, tú.

Eras la flor que en mi fatal camino
escondida entre abrojos encontré,
y el néctar de su cáliz purpurino,
delirante de amor, loco apuré.

Eras de mi alma la sublime esencia;
me fascinaste como al Inca el sol;
eras tú de mi amor santa creencia;
eras, en fin, mujer, mi salvación.

Bajo prisma brillante de colores
me hiciste el universo contemplar,
y a tu lado soñé de luz y flores
en Edén transparente de cristal.

En éxtasis de amor, loco de celos,
con tu imagen soñando me embriagué:
y linda cual reina de los cielos,
con los ojos del alma te miré.

II

¿No recuerdas, mujer, cuando de hinojos
yo juntaba mi frente con tu frente,
tomando un beso de tus labios rojos,
y la luna miré, como en la fuente,
reproducirse en tus divinos ojos?

¿No recuerdas, mujer, cuando extasiada
al penetrar de amor en el sagrario,
languideció tu angélica mirada? . . .
tú eras una flor, flor perfumada;
yo derramé la vida en tu nectario.

III

¡Mas todo es ilusión! ¡Todo se agota!
Nace la espina con flor; ¿qué quieres?
de ponzoña letal cayó una gota
y el cáliz amargo de los placeres.

Los gratos sueños que la amante embriagan
fantasmas son que al despertar se alejan;
y si un instante al corazón halagan,
eterna herida al corazón le dejan.

Tal es del hombre la terrible historia;
tal de mentira su fugaz ventura:
tras un instante de mundana gloria
amarga hiel el corazón apura.

Por eso al fin sin esperanza, triste,
murió mi corazón con su delirio;
y al expirar, mujer, tú le pusiste
la punzante corona del martirio.

Y seco yace en lecho funerario
el pobre corazón que hiciste trizas;
tu amor le puso el tétrico sudario,
y un altar te levantan sus cenizas.

Tras de la dicha que veló el misterio,
siguió cual sombra el torcedor maldito,
trocando el cielo en triste cementerio. . .
confórmate, mujer. . . ¡estaba escrito!


Antonio Plaza

domingo, 1 de junio de 2008

El perfume de tu sueño



AROMA DE MIL FLORES

Tiembla la hojarasca a la espera del amante,
como tiembla el olmo en la tormenta
con cada embestida de viento;
tiembla impaciente pero de pie espera.
Como huracán doblega mi encendido follaje,
penetra, penetra con enormes raíces
la espesura de mi ansiosa tierra
sembrando gemas en el enigma de la noche.
Satisfecho
-hijo del viento- descansas.
Duermes entre aroma de mil flores
esperando que llegue el alba a despertarnos
con el eco de nuestras cálidas tormentas.

Lina Zeron

miércoles, 28 de mayo de 2008

Un sueño hecho tierna realidad



PIECECITOS

Piececitos de niño,
azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,

¡Dios mío!

¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!

El hombre ciego ignora
que por donde pasáis,
una flor de luz viva
dejáis;

que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.

Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.

Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!


Gabriela Mistral

sábado, 24 de mayo de 2008

Florece mi sueño



ROSA ÍNTIMA

Todas las rosas son la misma rosa,
amor, la única rosa.
Y todo queda contenido en ella,
breve imagen del mundo,
¡amor!, la única rosa.
Rosa, la rosa...
Pero aquella rosa...
La primavera vuelve
con la rosa
grana, rosa amarilla, blanca, grana;
y todos se embriagan con la rosa,
la rosa igual a la otra rosa.

¿Igual es una rosa que otra rosa?
¿Todas las rosas son la misma rosa?
Sí. Pero aquella rosa...

La rosa que se aisla en una mano,
que se huele hasta el fondo de ella y uno,
la rosa para el seno del amor,
para la boca del amor y el alma,
...Y para el alma era aquella rosa
que se escondía, dulce entre las rosas,
y que una tarde ya no se vio más.

¿De qué amarillo aquella fresca rosa?
Todo, de rosa en rosa, loco vive,
la luz, el ala, el aire,
la honda y la mujer,
y el hombre, y la mujer y el hombre.

La rosa pende, bella
y delicada, para todos,
su cuerpo sin penumbra y sin secreto,
a un tiempo lleno y suave,
íntimo y evidente, ardiente y dulce.
Esta rosa, esa rosa, la otra rosa...
Sí. Pero aquella rosa...


Juan Ramón Jiménez

viernes, 23 de mayo de 2008

Nuestro anhelo soñado



ESTAR ENAMORADO

Estar enamorado, amigos, es encontrar el nombre justo de la vida.
Es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte se precisa.
Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel dónde el alma está cautiva.
Es levantarse de la tierra con una fuerza que reclama desde arriba.
Es respirar el ancho viento que por encima de la carne se respira.
Es contemplar desde la cumbre de la persona la razón de las heridas.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira.
Es escuchar en una boca la propia voz profundamente repetida.
Es sorprender en unas manos ese calor de la perfecta compañía.
Es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra está vencida.
Estar enamorado, amigos, es descubrir dónde se juntan cuerpo y alma.
Es percibir en el desierto la cristalina voz de un río que nos llama.
Es ver el mar desde la torre donde ha quedado prisionera nuestra infancia.
Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de cigüeñas y campanas.
Es ocupar un territorio donde conviven los perfumes y las armas.
Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo recibirla de su espada.
Es confundir el sentimiento con una hoguera que del pecho se levanta.
Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo ser esclavo de la llama.
Es entender la pensativa conversación del corazón y la distancia.
Es encontrar el derrotero que lleva al reino de la música sin tasa.
Estar enamorado, amigos, es adueñarse de las noches y los días.
Es olvidar entre los dedos emocionados la cabeza distraída.
Es recordar a Garcilaso cuando se siente la canción de una herrería.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las primeras golondrinas.
Es ver la estrella de la tarde por la ventana de una casa campesina.
Es contemplar un tren que pasa por la montaña con las luces encendidas.
Es comprender perfectamente que no hay fronteras entre el sueño y la vigilia.
Es ignorar en qué consiste la diferencia entre la pena y la alegría.
Es escuchar a medianoche la vagabunda confesión de la llovizna.
Es divisar en las tinieblas del corazón una pequeña lucecita.
Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo con dulzura.
Es despertarse una mañana en el secreto de las flores y las frutas.
Es libertarse de sí mismo y estar unido con las otras criaturas.
Es no saber si son ajenas o si son propias las lejanas amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo compartir su noche oscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre es menos dura.
Es empezar a decir siempre, y en adelante, no volver a decir nunca.
Y es, además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras.

Francisco Luis Bernárdez

miércoles, 21 de mayo de 2008

Con ello soñé, sueño y soñaré



EL DIA QUE ME QUIERAS

El día que me quieras tendrá más luz que junio;
La noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo
serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por los montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco : ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa, cada arrebol miraje
de "Las Mil y una Noche", cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.


Amado Nervo

domingo, 18 de mayo de 2008

Siempre en tus sueños

Mi más sincero agradecimiento al autor y creador de la página NEGRO AZABACHE, por permitirme mostrar aquí este poema suyo hasta ahora inédito.



Te pienso

Porque vienes y te vas.
Porque te tengo y no estás.
Por eso y por mucho más,
no hay color en el cielo,
ni reflejo en el mar,
que sean mi consuelo
y me hagan olvidar.
Aún en mi recuerdo,
un soplo de ansiedad
te busca sin piedad
y no te puede hallar,
porque vienes y te vas,
porque te tengo y no estás,
por eso y por mucho más…

José Manuel Rodríguez

Sueños juveniles




NO VOLVERÉ A SER JOVEN

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

"Poemas póstumos" 1968
Jaime Gil de Biedma

Se va soñando



EL VIAJE DEFINITIVO

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico...
Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

Juan Ramón Jiménez

viernes, 16 de mayo de 2008

Soñamos piel con piel



JUNTO A TU CUERPO

Junto a tu cuerpo totalmente entregado al mío
junto a tus hombros tersos
de que nacen las rutas de tu abrazo,
de que nacen tu voz y tus miradas, claras y remotas,
sentí de pronto el infinito vacío de su ausencia.

Si todos estos años que me falta
como una planta trepadora que se coge del viento
he sentido que llega o que regresa en cada contacto
y ávidamente rasgo todos los días un mensaje
que nada contiene sino una fecha
y su nombre se agranda
y vibra cada vez más profundamente
porque su voz no era más que para mí oído,
porque cegó mis ojos cuando apartó los suyos
y mi alma es como un gran templo deshabitado.

Pero este cuerpo tuyo es un dios extraño
forjado en mis recuerdos, reflejo de mí mismo,
suave de mi tersura, grande por mis deseos,
máscara, estatua que he erigido a su memoria.

Salvador Novo

Te vas en sueños



LA PENA DE PERDERTE

Al poema confío la pena de perderte.
He de lavar mis ojos de los azules tuyos,
faros que prolongaron mi naufragio.
He de coger mi vida desecha entre tus manos,
leve jirón de niebla
que el viento entre sus alas efímeras dispersa.
Vuelva la noche a mí, muda y eterna,
del diálogo privada de soñarte,
indiferente a un día
que ha de hallarnos ajenos y distantes.

Salvador Novo

Me desnudo en sueños



TE DESNUDAS IGUAL

Te desnudas igual que si estuvieras sola
y de pronto descubres que estás conmigo.
¡Cómo te quiero entonces
entre las sábanas y el frío!

Te pones a flirtearme como a un desconocido
y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.
Pienso que soy tu esposo
y que me engañas conmigo.

¡Y cómo nos queremos entonces en la risa
de hallarnos solos en el amor prohibido!

(Después, cuando pasó, te tengo miedo
y siento escalofrío.)


Jaime Sabines

jueves, 15 de mayo de 2008

Soñando juntos


A LA QUE VA CONMIGO

Iremos por la vida como dos pajarillos
que van en pos de rubias espigas, y hablaremos
de sutiles encantos y de goces supremos
con ingenuas palabras y diálogos sencillos.

Cambiaremos sonrisas con la hermana violeta
que atisba tras la verde y oscura celosía,
y aplaudiremos ambos la célica armonía
del amigo sinsonte que es músico y poeta.

Daremos a las nubes que circundan los flancos
de las altas montañas nuestro saludo atento,
y veremos cuál corren al impulso del viento
como un tropel medroso de corderillos blancos.

Oiremos cómo el bosque se puebla de rumores,
de misteriosos cantos y de voces extrañas;
y veremos cuál tejen las pacientes arañas
sus telas impalpables con los siete colores.

Iremos por la vida confundidos en ella,
sin nada que conturbe la silenciosa calma,
y el alma de las cosas será nuestra propia alma,
y nuestro propio salmo el salmo de la estrella.

Y un día, cuando el ojo penetrante e inquieto
sepa mirar muy hondo, y el anhelante oído
sepa escuchar las voces de los desconocidos,
se abrirá a nuestras almas el profundo secreto.


Enrique González Martínez

domingo, 11 de mayo de 2008

Sueños que aman



YO NO LO SÉ DE CIERTO...

Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
algún día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.

Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.

(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)

Jaime Sabines

Volar y soñar



LA PALOMA Y EL SUEÑO

Tú no veías el árbol, ni la nube ni el aire.
Ya tus ojos la tierra se los había bebido
y en tu boca de seda sólo un poco de gracia
fugitiva de rosas, y un lejano suspiro.

No veías ni mi boca que se moría de pena
ni tocabas mis manos huecas, deshabitadas.
Espeso polvo en torno daba un sabor a muerte
al solemne vivir la vida más amarga.

Había sed en tus ojos. Suave sudor tu frente
recordaba los ríos de suave, lenta infancia.
Yo no podía con mi alma. Mi alma ya no podía
con mi cuerpo tan roto de rotas esperanzas.

Tus palabras sonaban a olas de frágil vuelo.
Tus palabras tan raras, tan jóvenes, tan fieles.
Una estrella miraba cómo brilla tu vida.
Una rosa de fuego reposaba en tu frente.

Y no veías los árboles, ni la nube ni el aire.
Parecías desmayarte bajo el beso y su llama.
Parecías la paloma extraviada en su vuelo:
la paloma del ansia, la paloma que ama.

Te dije que te amaba, y un temblor de misterio
asomó a tus pupilas. Luego miraste, en sueños,
los árboles, la nube y el aire estremecido,
y en tus húmedos ojos hubo un aire de reto.

No parecías la misma de otras horas sin horas.
Ya sueñas, o ya vuelas y ni vuelas ni sueñas.
Te fatigan los brazos que te abrazan, paloma,
y, al sollozar, a un lirio desmayado recuerdas.

Ya sé que estoy perdido, pero siempre ganado.
Perdido entre tu sombra, ganado para nunca.
Mil besos son mil pétalos protegiendo tu piel
y tu piel es la lámpara que mis ojos alumbra.

¡Oh geografía del ansia, geografía de tu cuerpo!
Voy a llorar las lágrimas más amargas del mundo.
Voy a besar tu sombra y a vivir tu recuerdo.
Voy a vivir muriendo. Soy el que nunca estuvo.

Efraín Huerta

sábado, 10 de mayo de 2008

Una delicia de sueño



AMOR, YA NO TE EXTRAÑO

Amor, ya no te extraño, porque siempre te encuentro
en la nube viajera, en el astro distante,
en el rumor del mar, en el viviente centro
de la flor que eclosiona, en el áureo levante.

Amor, ya no te busco, porque te llevo dentro
con la impasible luna, con el sol abrasante,
con el fulgor de afuera y la sombra de adentro,
la inmortal siempreviva y el azahar fragante.

Estás conmigo siempre: te tenga o no te tenga,
te siento al lado mío, aunque te encuentres lejos,
en el fondo del alma, bien que no te retenga,

para advertir entonces, recién, de la medida
en que te quiero ahora, que vamos para viejos.
Mi cariño traspasa los bordes de la vida.

Marilina Rébora

Sueños sonrosados



ROSA

Hueles a rosa y se te abre en rosa
toda el alma rosada:
¿De qué rosal celeste desprendida
viniste a rozar, Rosa, mi alma?
Rosa, lento rosario de perfumes...
Rosa tú eres... Y una rosa larga
que durara mañana y después de
mañana...

Dulce María Loynaz

viernes, 9 de mayo de 2008

Me alimento de sueños



SI ME QUIERES, QUIÉREME ENTERA

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!

Dulce María Loynaz

Sólo unos pocos sueños se cumplen



Ensueños

Eco sin voz que conduce
El huracán que se aleja,
Ola que vaga refleja
A la estrella que reluce;
Recuerdo que me seduce
Con engaños de alegría;
Amorosa melodía
Vibrando de tierno llanto,
¿qué dices a mi quebranto,
qué me quieres, quién te envía?

Tiende su ala el pensamiento
Buscando una sombra amiga,
Y se rinde de fatiga
En los mares del tormento;
De pronto florido asiento
Ve que en la orilla aparece,
Y cundo ya desfallece
Y más se acerca y le alcanza,
Ve que su hermosa esperanza
Es nube que desaparece.

Rayo de sol que se adhiere
A una gota pasajera,
Que un punto luce hechicera
Y al tocar la sombra muere.
Dulce memoria que hiere
Con los recuerdos de un cielo,
Murmurios de un arroyuelo
Que en inaccesible hondura
Brinda al sediento frescura
Con imposible consuelo,

En inquietud, como el mar,
Y sin dejar de sufrir,
Ni es mi descanso dormir,
Ni me consuela llorar.
En vano quiero ocultar
Lo que el pecho infeliz siente;
Tras cada sueño aparente,
Tras cada mentida calma,
Hay más sombras en el alma,
Más arrugas en la frente.

Si bien entra este empeño
En que tan doliente gimo
La esperanza de un arrimo,
De un halago en un ensueño,
Si de mí no siendo dueño
Sonreír grato me veis,
Os ruego que recordéis
Que estoy de dolor rendido. . .
Pasad. . . dejadme dormido. . .
Pasad. . . ¡no me despertéis!


Guillermo Prieto

jueves, 8 de mayo de 2008

Musitando sueños




LLÉVAME

Llévame hacia el sur
de tus caderas
donde la humedad
envuelve los árboles
que brotan de tu cuerpo
Llévame a la tierra profunda
que asoma entre tus piernas
a ese pequeño norte de tus senos
Llévame al desierto frío
que amenaza tu boca
al desterrado oasis de tu ombligo
Llévame al oeste de aquellos pies
que fueron míos
de aquellas manos que encerraron
el mar y las montañas
Llévame a otros pueblos
con el primer beso
a la región interminable
de lengua y flores
a ese camino genital
a ese río de ceniza que derramas
Llévame a todas partes, amor
y a todas partes conduce mis dedos
como si tú fueras la patria
y yo, tu único habitante.


Mario Meléndez

Mis sueños en un murmullo



COMO ME SIENTO

Me siento como se siente el agua

entre mares de cenizas.

Mi fuerza es un ciclón

que choca contra el viento.

¡Será que soy de espuma,

de silencios muertos!

Sé que no conozco

los gorriones sedientos.

Mi mundo es una playa sin orillas

y mi cuerpo tendido de azucenas

no conoce la desgracia

aunque la viva cerca.

¡Seré un marinero sin puerto,

un abismo suicida

que llorará sobre el tiempo!

¿Cómo me siento vida,

cómo me siento?

Iván Segarra Báez

Te sueño en blanco y negro




Quiero hervirte
en el centro de mis suspiros,
desgreñar tus ansias en mi ansiosa piel,
y encender piras infinitas
en la avenida de mis piernas
para guiar tu clavel por mi noche.
Desmadejar tus besos con mis besos,
en la flor de mi naranjo adormecer tu sed.
Sentir en mi elástico triángulo
azules bocanadas
y convertirte en amaranto ocaso,
para deleitarme con tu espuma,
para echar anclas,
para perseguir gaviotas,
para morir en ti.


Lina Zerón

Juego que sueño, sueño que juego



JAQUE

Fue un tablero aquél, tu amor, y la jugada

fue la vida que perdí por un momento.

Me encerraste entre torres escarpadas

y acosado por corceles de desprecio

batallé como un rey enardecido

pero el jaque estaba dado...


...y caí muerto.


Teodoro R. Frejtman

miércoles, 7 de mayo de 2008

Susurro de sueños


( En honor a NEGRO AZABACHE )

La luz de mis sueños

Grises acantilados,
de verdor en las peñas,
anochecer aislados
y caricias risueñas.

Segados descampados,
montículos de leños,
amanecer mojados
y refugio de sueños.

Destello que se marcha,
que se muere y renace
cuando se forma escarcha
y el calor se deshace.

Con vaho acristalado,
tras encaje amoroso
en cumbres y derroche,
nuestro ardor sosegado,
escucha así en reposo,
la mudez de la noche.

Porque tu amor y el mío,
unidos se condensan,
como el vapor y el frío…
…en los meses de estío,
cuando oscurece el día
y amanece el rocío.

Autor: ©José Manuel Rodríguez




Te soñé en Negro Azabache











DOLOR DE AMOR

¿Cómo me duele Cielo, cómo me duele?
Saber que tu ausencia
no tiene nombre, no tiene alas.
Volarán mil pronombres en la alcoba.
Un río de azucenas, hoy vendrá a cenar.

¿Cómo me duele Cielo, cómo me duele?
Saber que te he perdido
entre la multitud de casas
de la ciudad aquella.

¿Cómo me duele Cielo, cómo me duele?
Saber que vas de la mano con alguien,
saber que te quise y que me quieres,
saber que te he perdido entre suspiros,
saber que por este amor, yo muero.

¿Cómo me duele Cielo, cómo me duele?
Mirarte en la distancia de los cuerpos,
sentirte naufragio, pesadilla y vida.
Desvelarme en la ausencia
de una playa sin cuerpo
y desmembrarme en tu mirada
como un atardecer sin alma.

Iván Segarra Báez

Sueña conmigo




Lluvia, hoy no te siento.
Hoy no eres nada
más que agua vertical.
Apenas si te escucho
golpear el pavimento
y llamar con tu clave
sobre mi ventanal.

Lluvia, hoy no eres nada
para mi desaliento
nocturno y abismal.

Cuando era niña hallaba
en tu canción un cuento,
y ya en mi adolescencia
me diste un madrigal.
Ahora lluvia tengo
tanta tristeza adentro,
que no me dices nada
solo te oigo golpear.

Matilde Alba Swann

Soñar con un sueño imposible



Anoche cuando dormía

Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Di, ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
de donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.

Antonio Machado

Toda la vida es sueño y los sueños, sueños son




Acércate, poeta; mi alma es sobria,
de amor no entiende -del amor terreno-
su amor es mas altivo y es mas bueno.

No pediré los besos de tus labios.
No beberé en tu vaso de cristal,
el vaso es frágil y ama lo inmortal.

Acércate, poeta sin recelos...
ofréndame la gracia de tus manos,
no habrá en mi antojo pensamientos vanos.

¿Quieres ir a los bosques con un libro,
un libro suave de belleza lleno?...
Leer podremos algún trozo ameno.

Pondré en la voz la religión de tu alma,
religión de piedad y de armonía
que hermana en todo con la cuita mía.

Te pediré me cuentes tus amores
y alguna historia que por ser añeja
nos dé el perfume de una rosa vieja.

Yo no diré nada de mi misma
porque no tengo flores perfumadas
que pudieran así ser historiadas.

El cofre y una urna de mis sueños idos
no se ha de abrir, cesando su letargo,
para mostrarte el contenido amargo.

Todo lo haré buscando tu alegría
y seré para ti tan bondadosa
como el perfume de la vieja rosa.

La invitación esta....sincera y noble.
¿Quieres ser mi poeta buen amigo
y solo tu dolor partir conmigo?

Alfonsina Storni






martes, 6 de mayo de 2008

¡ Qué bello es soñar !


CONTRA LA NOCHE SIN CUERPO


Contra la noche sin cuerpo
se desgarra y se abraza
la pena sola.

Negro pensar y encendida semilla
pena de fuego amargo y agua dulce
la pena en guerra.

Claridad de latidos secretos
planta de talle transparente
vela la pena.

Calla en el día canta en la noche
habla conmigo y habla sola
alegre pena.

Ojos de sed pechos de sal
entra en mi cama y entra en mi sueño
amarga pena.

Bebe mi sangre la pena pájaro
puebla la espera mata la noche
la pena viva.

Sortija de la ausencia
girasol de la espera y amor en vela
torre de pena.

Contra la noche la sed y la ausencia
gran puñado de vida
fuente de pena.


Octavio Paz

lunes, 5 de mayo de 2008

Me gusta soñar que sueño








CANCIÓN DE AMOR

Amor, deja que me vaya,
déjame morir, amor.
Tú eres el mar y la playa.
Amor.
Amor, déjame la vida,
no dejes que muera, amor.
Tú eres mi luz escondida.
Amor.
Amor, déjame quererte.
Abre las fuentes, amor.
Mis labios quieren beberte.
Amor.
Amor, está anocheciendo.
Duermen las flores, amor,
y tú estás amaneciendo.
Amor.

RAFAEL ALBERTI

domingo, 4 de mayo de 2008

La vida es sueño


MEMORIAS DE MI PIEL

Mi piel tiene memorias de tus manos
recorriendo el desnudo de mi entrega
tiene tu aroma
tu costado tu aliento
tu sabor
tu triunfo
mis derrotas.
Mi piel tiene sonidos de ternuras
vibrando
cada encuentro en la penumbra
tiene tus restos y tus rastros
la luz opaca del deseo
y el rostro del amor
amaneciendo.

Ana María Payol